Cuando nos enfocamos en lo que nos sucede, sin tomar en cuenta el contexto y algunas cosas más, muchas veces pareciera que la perspectiva con la que vemos la situación es limitada. Una de las claves para la resolución de conflictos es poder apreciar ante un evento, posibles salidas. Cuando estas se limitan a una sola, si esta no se alcanza ocurre la frustración. Las perspectivas cambian cuando podemos ver desde otras ópticas la situación en la que estamos, sin embargo, cuando la magnitud de la situación es grande y nos aborda, pareciera que esa capacidad de apreciar diversas salidas se truncara.
Ayer viví en lo personal una situación liberadora, por darle un nombre, fue una especie de Nirvana. Muchas personas saben que estoy viviendo un periodo nuevo en mi vida, el cual pudiera definir como: “una salida radical de mi zona de confort”, este cambio es derivado a los problemas que suceden en mi país Venezuela. El año pasado, después de conversarlo bastante con mi esposa y mi hijo, decidimos que era necesario para mí, detener la carrera que había emprendido varias años antes. Este camino fue el de intentar generar cambios desde las tribunas en que podía tener influencia, en verdad, fue un gran reto que me hacía levantarme diariamente pensando en que hacer, sin embargo, no pude alcanzar muchos de los objetivos que me tracé, lamentablemente, la mayoría no dependían de mí, situación que genera desasosiego en las personas. Cuando la mayor parte de tus acciones se enfocan en cosas en las que no puedes influir en gran medida, sobreviene la frustración, y en parte, eso sentí algunas veces.
Esta necesidad de alejarme de lo que me hacía daño y acercarme a un sueño postergado, me llevó a la decisión de residenciarme unos meses en Brasil. El sueño postergado, era el poder dedicarme a dictar conferencias, escribir otros libros y desarrollar material de entrenamiento para impactar en las personas. Me he preparado los últimos 20 años de vida para este momento, y debido a mis otras ocupaciones no había podido dedicarme por entero a esto que me apasiona tanto.
A pesar de ello, todo cambio, genera un desequilibrio, siempre hay que pagar algo a cambio, para lograr tus sueños. El estar en Brasil, me ha traído cosas maravillosas, compartir todos los días con mi hijo y su novia, vivir en una ciudad de primer mundo, despreocuparme de muchas cosas cotidianas que me consumían en Venezuela, pero también estar acá, te hace extrañar miles de cosas, separarme de mis padres y mi hermana, de mis amigos, de los lugares que acostumbraba a visitar, y algo que sobremanera extraño, mi casa, extraño cada uno de los objetos y espacios de ella. Esta dicotomía entre lo maravilloso de estar acá y la nostalgia de lo que dejé, me genera algunos días, un sentimiento de nostalgia, el cual logro transformar utilizando algunas estrategias de PNL. Ese sentido lógico de mi comportamiento, algunas veces atenta con mi lado emocional.
Les cuento esto porque tal vez son muchos los venezolanos que van a leer este artículo, y los que no sean de mi tierra, estoy seguro que también han vivido situaciones en las cuales, por lograr un sueño, han tenido que apartarse de cosas que aman. El día de ayer, como les comentaba, viví algo que me permitió ampliar mi perspectiva y afianzar mis creencias acerca del cambio. Temprano en la mañana tuve el placer de escuchar un webinar, que un gran amigo y una persona que admiro por su trabajo, había grabado recientemente, y el cual no había podido escuchar. En este webinar, entre muchas otras cosas, mi amigo contaba, cómo recientemente, una vez más por cosas del destino, prácticamente había perdido casi todo por lo que había trabajado en los últimos años. Es decir, prácticamente ha tenido que comenzar de cero, él, a pesar de también disponer de muchas estrategias emocionales, también vivía ese subibaja emocional por enfrentar esta situación. Él comentaba que una de las cosas que lo ayudaron ante esta situación, fue una conversación con otra persona quien fungía como coach, él recibió esta pregunta: ¿dónde está la grandeza en esto que te está sucediendo? Esta simple pregunta retumbó en mis oídos y la sensación recorrió mi cuerpo. Me impresionó, cómo mi perspectiva acerca de lo que estoy viviendo se amplió, desde ese momento, no he parado de pensar en cómo la situación que estoy experimentando me está generando múltiples oportunidades, las cosas grandes se develaron inmediatamente. Una simple pregunta puede hacerte ver cosas que no veías.
Después de esto reflexioné sobre algunas cosas:
• Los grandes cambios ocurren fuera de la zona de confort.
• Muchos sueños se posponen por falta de enfoque.
• Buenas preguntas ayudan a ampliar las perspectivas.
• Lo evidente a veces nos encandila y nos hace invidentes.
• Lo que se siembra es lo que se puede recoger.
• La felicidad no se mide por lo que tienes, sino más bien, por lo que haces con lo que tienes.
Me despido de ti haciéndote la misma pregunta: ¿qué es lo grande que está trayendo a tu vida esto que estás viviendo?
Comentarios